domingo, 24 de febrero de 2013

Máscaras





Quisiera poder entenderlo yo primera antes de explicártelo… pero eso implicaría quitarme la máscara, la máscara que nunca me he quitado… tengo miedo de lo que hay debajo….
Teme tu también y seamos dos miedosos que prefieren hablarse con sus mascaras…. No te conozco, no me conoces…. Seamos felices así. Pero cuando el corazón hable no podremos callarlo, yo no podré y tú me conocerás y entonces… tal vez te vayas. 

domingo, 17 de febrero de 2013

Efecto Avestruz

La política es el arte de buscar problemas, encontrarlos, hacer un diagnóstico falso y aplicar después los remedios equivocados.


Siempre he sido esa paria apolítica de todo grupo, a la que preguntan quien es el alcalde de tal lugar y a duras penas sabe que existe tal lugar y tengo que confesar que no sé que coño hace un alcalde. Así que encima de todas las etiquetas que acostumbran a ponerme tengo que lidiar con esta, pero ha sido algo confuso en especial porque el hecho de que  yo que siempre tengo un libro entre las narices no pueda opinar de política es algo vergonzoso y no ayuda el estar rodeada de gente que se involucra mucho en esos temas. Entonces por cuestiones de honor decidí formarme en el ámbito político y me devore libros de la talla de Rousseau, Hoobs, Maistre y resultó frustrante porque al leerlos entendía algo y podía hablar de ello pero al día siguiente no me acordaba ni el nombre del libro. Y todo eso no podía atribuirle a mi inteligencia que si bien no es genial tampoco es mediocre, no, esa situación era culpa de mi naturaleza simplista. Pero entonces comenzaban los problemas porque todos dicen que el hombre es un ser político por naturaleza, y la verdad que babosada más grande, prefiero ser antinatural si la naturaleza me va a obligar a elegir gente que ponga leyes para evitar que nos matemos entre todos, en realidad esa necesidad que tienen algunos de la política es muy patética (a mi parecer claro). Pero se gastan millones en campañas políticas, nos bombardean con propagandas, nos hacen perder un domingo en tramites para obtener un  papelito que diga que somos ciudadanos y todo para que siga habiendo gente que se muere de hambre, para que sigan matando, para que el mundo se siga yendo al carajo.
Entonces de acuerdo a esto yo simplemente debería negarme a ir y votar, coger mis cuatro cosas y largarme a vivir en una cueva con mi vaca lechera, fuera del sistema impuesto por el mundo. Aún así fui a votar por el que es menos peor que el resto, me deje llevar por esta ola de patriotismo y "normalidad" en vez de hacer valer mis ideologías y defender mi naturaleza antinatural. 
En definitiva hice como las avestruces, metí mi cabezota en el agujero para evitar ver la realidad y no tener que hacer el mínimo esfuerzo por cambiarla.
 A veces simplemente uno no puede evitar decepcionarse de ser quien es :S

jueves, 7 de febrero de 2013

A buen entendedor pocas palabras :D

En línea recta

La línea recta es el camino más corto entre dos puntos, pero no el más atractivo.


No sé en donde es exactamente que nos machacan con eso de que la linea recta es el camino más corto entre dos puntos, pero es típica pregunta de clases. Aunque nunca jamás uno se ponga a pensar en las implicaciones. Estaba el otro día en medio de un drama con chanclazos y todo, y mientras me insultaban ( o tal vez no era a mi ¿?) pensaba en que fácil sería todo si las cosas se dijeran y se hicieran de frente. Y esa a sido siempre mi filosofía: simplificar las cosas (en especial las cosas que involucran gente) pero eso funciona muy bien en teoría corriendo el riesgo de que tachen de facilista. Pero por ejemplo, llega ese incomodo momento en que le invitan muy "amablemente" a uno a opinar de amores o engaños ajenos y en ese caso la experiencia me ha enseñado a morderme la lengua y fingir demencia, pero no falta esa gente que lo machaca a uno para que opine y claro para facilitar las cosas y poder seguir en paz uno dice algo muy parecido a lo que se piensa pero que no es lo mismo y esa filosofía simplista se da la vuelta y de la nada nos encontramos en medio de un drama con el peligro de salir con un ojo morado. 
Eso por decir un ejemplo, están también todas esas conversaciones que postergamos por temor o esos sentimientos que no decimos por vergüenza y esa persona a la que siempre queremos ir a saludar de frente pero preferimos mirar de reojo. 
Pero no, no nos ponemos los pantalones jamás, en lugar de elegir ese camino directo nos vamos por los callejones aledaños esperando llegar sin menos rasguños, pero llegamos (si es que llegamos) peor que boxeadores. 
¿Entonces porque complicarnos tanto? Creo que simple y sencillamente porque no tiene gracia que todo salga perfecto porque de esos grandes errores se aprende mucho y se vive aun más. 
¿Y para que más estamos aquí si no es para aprender de la vida?
Así que las curvas y desniveles están permitidos, pero creo que la cobardía no es nunca una opción.