viernes, 6 de diciembre de 2013

Sin corazón

«No podemos intervenir en la rotación de la tierra», dijo Delaura.
«Pero podríamos ignorarla para que no nos duela», dijo el obispo. «Más que la fe, lo que a Galileo le faltaba era corazón»
...y así siguieron haciendo el amor en la siesta, de prisa y sin corazón



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